Marzo de 2020. Hace semanas vengo planteándome que esta pandemia ha venido para enseñarnos unas cuantas lecciones de vida y me gustaría compartir contigo mis reflexiones y cómo enseño a mis pacientes a manejar la ansiedad y los miedos irracionales.
La gran mayoría vivimos con la ilusión de que tenemos todo controlado y tendemos a planificar nuestro futuro creándonos unas expectativas que nos hacen tener una falsa sensación de seguridad, cuando en realidad todo lo que proyectamos al futuro es un espejismo. Y en estos momentos más que nunca.
La situación que se está generando con la pandemia del Covid 19, nos está haciendo despertar del sueño y estamos viendo cómo todos los planes que teníamos se están desvaneciendo. Esta situación no produce diferentes emociones o sensaciones: inseguridad, incertidumbre, ansiedad,…MIEDO.
El otro día un amigo me contó una historia de la tradición Sufí, que dice así:
Nasrudín y la peste
Iba la Peste camino a Bagdad cuando se encontró con Nasrudín. Éste le preguntó:
— ¿Adónde vas?
La Peste le contestó:
— A Bagdad, a matar a diez mil personas.
Después de un tiempo, la Peste volvió a encontrarse con Nasrudín. Muy enojado, el mullah le dijo:
— Me mentiste. Dijiste que matarías a diez mil personas y mataste a cien mil.
Y la Peste le respondió:
— Yo no mentí, maté a diez mil. El resto se murió de miedo.
Esta historia me hizo reflexionar, acerca de la masiva oleada de gente que acudió a los supermercados en los primeros días de esta crisis. En esos días me tocaba hacer la compra y pensé: -Loreto, aguantamos con lo que tenemos. Si vas ahora al supermercado te contagias seguro-.
Son momentos difíciles, en los que muchas personas pueden dejarse llevar por la incertidumbre y el miedo ante esta situación inédita.
La preocupación y la incertidumbre es MIEDO, una emoción indispensable para la supervivencia del ser humano y que desencadena un mecanismo llamado estrés, necesario para reaccionar ante cualquier amenaza o peligro potencial. Dadas las circunstancias es inevitable y necesario que nos preocupemos y que tengamos miedo, porque gracias a esa preocupación las personas nos concienciamos de la necesidad de tomar las medidas oportunas para frenar esta pandemia.
Pero cuidado con pasarnos. No nos conviene rebasar esa delgada línea en la que pasamos de estar lógicamente preocupados, a estar enganchados en pensamientos negativos, ideas catastróficas y miedos anticipatorios que nos invaden al proyectarnos al futuro. LA INCERTIDUMBRE y el machacón “y si…”.
Por eso, es más importante que nunca que te aferres al momento presente de la manera más consciente posible. Vive día a día y momento a momento. Evita proyectarte al futuro, más allá de la planificación necesaria para asegurar tus necesidades básicas y las de los tuyos. Soluciona los problemas a medida que se vayan presentando, evita darle rienda suelta a tus preocupaciones y saca de tu mente las visiones de un futuro catastrófico.
PASOS PARA MANEJAR LA INCERTIDUMBRE
El primer paso: DETECTA, RECONOCE, IDENTIFICA esos MIEDOS IRRACIONALES que a veces acuden a tu mente que te paralizan. Observa cuáles son tus principales preocupaciones: perder el trabajo, no tener ingresos, no poder afrontar los pagos, que se enfermen tus seres queridos, enfermar tú…
El segundo paso: VERBALIZA TUS PREOCUPACIONES aunque creas que puedes autogestionarte, aunque creas que lo que se te pasa por la cabeza es muy loco, aunque no quieras preocupar a nadie con tus neuras… desahógate, dile cómo te sientes, cuéntale lo que te angustia a una persona que sepas que te va a escuchar y que te va a contener. También puedes expresar tus emociones escribiendo. Escribir es una muy buena terapia, por lo menos para mí lo es Escribir un diario o una carta aunque no la puedas enviar,…da igual. Lo importante es desahogarse y ordenar esa maraña de pensamientos y emociones que a veces nos perturba .
El tercer paso: PONTE EN MODO FLOW. Dedica estos días de confinamiento a hacer aquellas cosas que normalmente no puedes hacer por falta de tiempo: leer, pintar, cocinar, hacer manualidades, hacer ejercicio, meditar. Cuando haces una actividad que te gusta mucho, te concentras tanto que evades, te distraes hasta el punto de que no piensas en nada más, te olvidas del mundo: es un rato de felicidad, un descanso que le das a tu mente y a tu estado emocional y anímico. Hazte consciente de cada pincelada, de cómo cortas la cebolla y la zanahoria, de cómo respiras en cada estiramiento que haces,… Así dejas de rumiar pensamientos negativos, desarrollas tu creatividad y practicas el Mindfulness: VIVE con ATENCIÓN PLENA, PON tu FOCO en el MOMENTO PRESENTE y hazte CONSCIENTE de lo que está pasando en cada MOMENTO.
El cuarto paso: EVITA LA SOBREINFORMACIÓN y PON TODA TU ATENCIÓN EN COSAS POSITIVAS. Procura estar informad@ pero sin pasarte. Las noticias, dadas las circunstancias, no son nada alentadoras, así que no te quedes enganchad@ con los informativos de la televisión, de la radio o en las redes sociales. Consume contenidos agradables, amables y positivos. Películas, programas o series que dibujen una sonrisa en tu cara y que te den esperanza.
Espero que estos tips te sirvan para manejar mejor las preocupaciones, para llevar mejor el confinamiento y para que le des la vuelta a la situación que estamos viviendo.
Seguiré publicando más consejos y técnicas que utilizo con mis pacientes, cuando les acompaño a superar su miedo y su sufrimiento.
Un fuerte abrazo
Loreto Serrano
Enfermera y coach experta en el trastorno de ansiedad generalizado.